martes, 29 de abril de 2008

QUE ESTO NO ESTROPEE MÁS LAS COSAS


¿Podrías hacer el favor de crecer de una puta vez?

¿Podrías dejar de meter a la gente en tus problemas e ir llorando cuando no te da la gana hacer las cosas y quieres que te lo hagan los demás?

¿Tanto te cuesta ser un poquito adulto y darte cuenta de que solo haces daño a la gente que te rodea?

Me gustaría poder tener una relación normal contigo, una relación en la que nadie saliera herido, en la que un saludo no fuera una puñalada, y que el estar juntos en la misma habitación no sea motivo de "fantasias junsticieras" con las que luego arremetes contra el resto de personas. Quisiera que dejaras de imbolucrar a la gente en esas historias de gigantes, brujas, duendes, hadas y trolls que te montas en tu cabeza, que dejaras vivir a aquellos que se encuentran a tu alrededor y que aunque no te des cuenta, te quieren y sufren por tus acciones.

No sé por qué te resultaba tan molesto que yo fuera feliz, podía ser el rencor o quizá el despecho porque no eras tú, pero... ¿qué es ahora? Ahora no es por mi... ahora ya no sé qué te ocurre, y no sé qué hacer para no molestarte. He estado mucho tiempo huyendo de los sitios en los que sabía que te molestaría mi presencia, y aun asi, seguías arremetiendo contra todo lo que sabías que me hacía daño.
Pero ahora ya no sé qué hacer, no se si soy yo o es algo que he hecho o simplemente mi presencia... Hay quien me ha comentado que siempre fuiste asi, pero yo no quise creerlo, porque aun confiaba en que fuera solo una racha, pero un año más sigues hay...
En fin, tenía a mucha gente a la que dedicarle este post, pero decidí dedicártelo a ti. No porque quiera que me aceptes, ni porque me quieras, ni nada de eso, es más complejo, te lo he dedicado para que veas que yo no importo, pero hay mucha gente a tu alrededor que te quiere y que está sufriendo por muchas de las cosas que haces y no te das cuenta... o no quieres darte... y ell@s si que importan.

viernes, 11 de enero de 2008

Somos Dos


será mucho tiempo lejos de ti,
lejos del olor de tu pelo,
del roce de tus labios con los míos,
lejos de todos aquellos momentos contigo
en aquellas cafeterías en las que charlábamos,
sobre tonterías y me hacías reír
con tus caras y los motes que me ponías.
Lejos de aquellas cosquillas
de los lametones en la nariz
y lejos de aquellas palabras malsonantes
con las que me hacías reñirte como a un niño.
Pero mañana te veo,
el tiempo habrá pasado,
por fin estaré contigo otra vez
y todas estas horas sin ti desaparecerán
de mi recuerdo.
La soledad,
ya no será mi compañera
en las largas noches,
y el frío de las sábanas
ya no será el mismo
porque TÚ estarás ahí.
Me abrazarás,
me besarás,
tacarás toda mi piel,
desde mi cara hasta
el último rincón de mis piernas.
Me acariciarás muy despacio,
analizarás cada parte de mi cuerpo,
y sin darte cuenta estarás tan cerca de mi,
que respiraremos el mismo aire,
y seremos uno.

Sueños De Una Noche Sin Tí...

Es algo nuevo en mi,
el frío acaricia mi piel
y las dulces notas del silencio
hacen de esta noche algo especial.

Las estrellas parecen brillar
más que nunca,
la luna aparenta querer bajar a tierra
para bañarse en el río.

Las inocentes polillas bailan en el aire,
los grillos suben sus voces,
una suave brisa hace rozar las varas de los juncos,
y se crea la más bella sinfonía.

Dejo llevar mi cuerpo,
mis pies se mueven al compás,
mis manos abrazan el aire,
y comienza el baile.

La inocencia se hace dueña de mi,
no se lo que hago,
ni donde estoy,
ni si estoy sola, o acompañada.

No tengo miedo.
Nada me asusta.
¿estoy contigo?
¿Me sacas a bailar?

Un paso a la derecha,
Un paso a la izquierda,
Una vuelta, otra más al otro lado,
Me abrazas.





Noto calor en mis labios.
¿me estas besando?
No puedo saberlo,
Porque tengo los ojos cerrados.

Todo es perfecto,
la temperatura es idónea,
tus manos están tibias
y hay un dulce perfume en el aire.

No quiero que esto acabe,
no quiero que te alejes de mi,
nunca te separes de mi lado.
¡¿Dónde estas?!

Mis brazos no te sienten,
el frío se apodera de todo,
ya no hay perfume.
Tengo que abrir los ojos.

Todo era mentira,
Un sueño y nada más,
ya he despertado.
Ya no estás.

miércoles, 2 de enero de 2008

Te Hecho Tanto De Menos


Los siento Principito, porque creo que te he traicionado.

No sé si es porque ya he crecido o porque he pasado demasiado tiempo con los mayores… pero es ahora cuando más te hecho de menos. Por más que te leo, por más que te releo, te siento lejos. Ya no es la misma sensación de antes, en la que estabas conmigo. Ahora es como si no estuvieras… como si hubieras desaparecido.

Hecho de menos todas esas noches en las que soñaba que me encontrabas en el desierto y me contabas todas aquellas historias de tus viajes… hecho de menos al Rey, al bebedor, al hombre de negocios, al vanidoso, al farolero, el geógrafo, a la rosa, al zorro… ¡¡Te hecho de menos!!

Hecho de menos volver a ser niña y no darme cuenta de las cosas, volver a sentir la ilusión y la alegría por las cosas más pequeñas. Quiero volver a sentir esa ignorancia por las cosas, y no tenerle miedo a nada.

Quiero volver a creer que la caja de Navidad, que le daban a mi padre, es un castillo en el que vivíamos tantas aventuras “Popi” y yo… que de repente se convertía en una enorme carroza tirada por pegasos o unicornios y que nos llevaba tan lejos como estaban nuestros sueños.

Hecho tanto de menos estar todos juntos en el salón, aunque no fuéramos a ninguna parte… aunque estuviéramos encerrados en casa todo el día…

Hecho de menos poner cinco platos en la mesa, discutir por el cuchillo que tenia alguna marca especial, dar pataditas por debajo de la mesa para escaparnos a jugar…

Si pudiera pedir un deseo, sería ser niña por un día más… sería dar patadas por debajo de la mesa… sería sentir emoción la mañana de Reyes… sería volver a pelear por un cuchillo mellado (que para nosotras era mágico)… sería volver a poner cinco platos en la mesa… sería volver a ser un equipo, un conjunto perfecto que se complementa en todos los sentidos, tu compañera de aventuras en una caja rota y llena de porespan… volver a ser dos.

¡ay! Principito, como han influido en mí los mayores, como he crecido sin darme cuenta… como noto ahora la soledad y la tristeza. ¡Como te hecho de menos!