martes, 18 de diciembre de 2007

TAN SOLO UNA COSA


como si me arrancaran el corazón del pecho y me lo enseñaran mientras sigo moribunda en el suelo. . . así me siento ahora.

Dios te da y te quita a su antojo. Ayer me hizo tener en mis manos lo que más quería, y hoy me lo ha quitado.

Tantos rezos, tantas horas de oración para que me preservara solo una cosa… y no ha sido capaz.

¿Como puede ser el todo poderoso, si no es capaz de hacer feliz a una sola persona en el mundo?

Todo el mundo llora, sufre, sangra, grita, siente dolor… hay guerras, odio, muerte y maldad. ¿pero por qué lo permite? Se supone que es él el que tiene el poder del universo en sus manos.

Yo tan sólo le pedí ser feliz, y no pudo hacerlo. Tan sólo le pedí que me dejara ser feliz con lo que tenía. Y me lo arrebató…

Ya no puedo creer en su palabra, ni volverle a rezar y perder más el tiempo. Ahora sólo me queda llorar y consolarme con el vacío que ha quedado en mi pecho después de haberme arrancado el corazón. Mirar como se aleja todo lo que tuve y me quitó sin razón, y esperar a que llegue el día en que deje de sentir.